El propósito de hacer un videojuego y de jugar a uno

En la media que vamos avanzando en nuestra vida, nos encontramos con diversas experiencias que consideramos como gratificantes. Desde probar comida deliciosa, hasta cumplir con una meta personal, pero pocas veces nos ponemos a pensar todo lo que hubo detrás de esos platillos que nos sirvieron o lo que tuvimos que sacrificar para llegar hasta el final de nuestros añorados objetivos; y es por eso que quiero dedicar este post a esos detalles que pasamos por alto, al mismo tiempo de los detalles que nos hacen formar parte de ese camino inconscientemente.

Cuando jugamos un videojuego ¿por qué lo hacemos? ¿qué nos lleva a introducirnos a su mundo? y... ¿ qué nos hace quedarnos? 

Las respuestas son altamente variadas. Jugarlos porque nos fascina la narrativa, el gameplay, la jugabilidad, los gráficos y las bandas sonoras. Jugar porque uno quiere superarse a sí mismo, encontrar el placer en las acciones que uno hace. También puede ser para jugar de manera competitiva, superar a los demás con tu propia habilidad y hacerte con la victoria. Otras opciones pueden ser para escapar de la realidad y disfrutar de las infinitas posibilidades que estos nos ofrecen. Una que nos gusta a muchos es poderla pasar en grande con tus amigos, superar las dificultades juntos y alzarte en equipo.

Sin dudas tenemos un sin fin de motivos para jugar videojuegos, que podríamos pasar el día completo hablando sobre lo maravillosos que son los videojuegos para nosotros. Pero pocas veces nos planteamos todo lo que tuvo que desarrollarse detrás de nuestros ojos para que todo este mundo fuera realidad.

Sin duda los desarrolladores planearon con anticipación todo lo que podemos encontrar frente a nosotros, y es un hecho innegable que pasaron años, meses, semanas y días para poder construir un mundo de posibilidades para nosotros. y así como nosotros tenemos nuestras razones para amar los videojuegos, ellos tienen sus razones para querer hacer un proyecto de esta magnitud. Entonces me gustaría profundizar de aquellas cosas que pasamos por alto, pero que sin duda son importantes para ellos.

A lo largo de su desarrollo como creadores de contenido, ellos tienen objetivos sobre porqué quieren hacer videojuegos. Pueden ser desde motivos económicos, hasta por querer tener algo que les pertenece y quererlo compartir con toda la gente que le fascine la idea. Ser dueño de tu propio mundo y querer hacer que las personas que jueguen tu proyecto, disfruten de lo que están haciendo. Tal vez tener algo de renombre y querer ser popular dentro de una industria tan extensa pueda ser otra de las tantas razones. O puede que hasta poder probar tu propia creación y disfrutar del ecosistema que uno mismo diseñó.

Por más variadas que sean las razones, hay algo que todos los desarrolladores comparten, y es que para que ese sueño se haya hecho realidad, tuvieron que pasar por un arduo trabajo y muchísimas horas dedicadas, noches desveladas, peleas con el equipo de trabajo, profundas investigaciones sobre el juego, un gran presupuesto invertido (el cual no tienen asegurado el conseguirle una ganancia directa), mucha organización involucrada, estrés y tal vez hasta complicaciones de salud.

Y todo esto, son cosas que ellos pueden odiar. Entonces... ¿por qué lo siguen haciendo? La respuesta es obvia, y es porque al final de tantas circunstancias negativas, el resultado del trabajo de cada uno se verá reflejado en un sueño hecho realidad.

Ambos partes, tanto consumidores como desarrolladores, queremos que ese producto quede finalizado, queremos que ese producto tenga la mejor calidad disponible, queremos que quienes lo juguemos lo disfrutemos al punto de siempre querer más y más, queremos ser parte de ese producto, y queremos que se haga realidad. Eso es lo que tenemos en común nosotros los jugadores, con los desarrolladores.

Los videojuegos son un mar infinito lleno de posibilidades, que jamás sabes con exactitud lo que te vas a encontrar, y es por eso que los amamos tanto; por lo que nos ofrecen.

Me encantaría que cada persona que haya amado un título, se ponga a pensar todo lo que hubo involucrado detrás para que ese título sea tan bueno, y de la misma forma agradecer que fue posible que se reunieran los requisitos para que hayas podido disfrutar de esa joya que tanto amas.