Si tuviera un deseo... solo pediria....

Es el año 11945 AD, la guerra continua, máquinas y androides, luchando día tras día. La Tierra se ha vuelto desolada en bastas ruinas de lo que alguna vez hubo una civilización humana.

En una fábrica abandonada...

Servicio de Sistema de la Torre:
-Modelo Platón número 1728. Activación Aprobada, 
3...2...1, activando Platón 1728.
Activación de Platón confirmada. Dirigite ya a la Sala 18 para tu examen de funciones motoras - Se escuchó la voz de una máquina en el cuarto de metal.

Siendo una coraza de metal, una máquina, aquel ser frio y silencioso se levantó para dirigirse a la salida, donde se encontró en su recorrido a uno más de su especie.

Maquina amiga:
-Buenos días Platon 1728 hoy es el dia de tu activación, ¿no es así?, recientemente he estado viendo imágenes extrañas en el modo sueño. Es casi como si no estuviera dormido de verdad. Las imágenes cambian cada vez, a veces son felices y otras tristes. ¡Incluso tuve una experiencia en la que me convertía en un ser humano!- Le explicó aquella máquina con entusiasmo y curiosidad.

Plutón solo lo escuchó y continúo si travesía hacia la salida del cuarto de acero, cuando de nuevo comenzó a interactuar con otro de su especie, el cual se encargaba de la revisión de unidades robóticas en dicha sala.

Máquina operadora: 
-Últimamente muchas máquinas no estan haciendo el mantenimiento adecuado, tu estas bastante raro así que cuídate - le explicó con un poco de preocupación.

Continúo su recorrido saliendo de la sala y dirigiéndose a unas escaleras circulares de metal, descendiendo hacia su destino donde le harían su examen de funciones motoras, cuándo de pronto se detiene a causa del daño sufrido en su cuerpo, un corto circuito causado por las batallas pasadas en aquella guerra entre máquinas y androides.

Al lograr regresar en sí, pasado de ese tremendo choque en sus circuitos, Plutón se acercó a dos robots los cuáles al verlo se emocionaron.

Maquina curiosa:
-Ah, hola Platón 1728... ¿Has echado ya un vistazo a ese edificio? es como si te arrastrara, ¿ah que si? - le comentó aquel robot que miraba anonadado ante tal estructura de metal debajo de ellos.

Máquina aburrida:
-Odio el entrenamiento de combate. Si no lo hago bien, me degradaran de nuevo. Urgh, solo de pensarlo me duele el núcleo. Tu eres tan torpe como yo asi que entiendes la sensación, ¿no?. No te pongas así, solo relajate y afloja un poco las tuercas - le daba ánimos para continuar su examen.

Entonces Plutón se dirigió a su destino, no sin antes encontrar a una máquina más en la puerta de la sala de pruebas.

Máquina Grosera:
-¿Platon hoy es tu examen de funciones motora cierto?, de seguro te irá bien chatarrijilla - le dijo en tono burlón y sarcástico.

Al entrar recibe de nuevo instrucciones...

Servicio de Sistema de la Torre.

-Iniciando examen se funciones motoras. 
-Desplázate a la ubicación por el marcador dentro del tiempo límite. -Iniciando exámen.

Al terminar las pruebas...

Platón 1728. Resultado: extremadamente deficiente. Es preciso tomar mediciones antes del siguiente examen. Es todo.

Me llamó Platón 1728.
Soy el arma de combate número 1728.

Nunca fui tan listo o habilidoso como los demás. Pero si me esfuerzo lo suficiente, seguro todos me aceptarían.

O eso es lo que creia antes.

Casi todo lo hago mal, no puedo seguirle el ritmo a los demás,y aun así tengo que luchar, por que soy un arma hecha para el combate.

Servicio de Sistema de la Torre:
-Iniciando pruebas de combate

Continúan las pruebas y en mitad de combates aquel robot Platón, subre los mismos cortos circuito de su sistema averiado.

Servicio de Sistema de la torre:
-Finalizamdo entrenamiento de combate.
-Platón 1728 los resultados son excesivamente deficientes. 
-Se requiere recuperación inmediata.

-Me llamó Platón 1728.
Soy el arma de combate número 1728.

Nunca se me dio bien luchar. Si levanto el brazo derecho, pierdo aceite por ahí. Si muevo la pierna izquierda, se me estropean los sensores. Soy un producto defectuoso. Pero por encima de todo... Odio la violencia.-

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Tiempo después...

En las ruinas de una antigua ciudad, civilización humana que alguna vez brillaba en su esxplendor, derrumbada ahora con el paso de los siglos, Platón exploraba motivo de su misión, la cuál era buscar partes metálicas para los robots, pero en su búsqueda encontro algo más. 

Debajo de la lluvia que acaecia con una tranquilidad bajo el cielo nublado y gris, vislumbró una silueta sentada en una losa de una pared que alguna vez fue edificada y ahora derrumbada por el tiempo, se trataba de una muñeca de porcelana de aquellas que los humanos solían regalarle a las niñas pequeñas, con sus rizos dorados y su vestido de tela, llena de suciedad y lodo. 

Platón se quedo atónito y se acerco a ella preguntándole -¿hola mi nombre es Platón, cuál es tu nombre? - la máquina preguntó con asombró pero se quedo sin recibir respuesta, no sabia que era aquello con silueta humana, no era un androide claro estaba, y mucho menos algun modelo de los robots de su especie, entonces tomó una decisión.

-Quizas eres algo tímida voy a llevarte conmigo, la lluvia quizá te oxide mucho y eso puede hacerte daño, seremos amigos apartir de hoy - Plutón se decidió a cargarla y llevarla consigo a aquella fábrica abandonada donde siempre ha permanecido.

Plutón tenía su lugar especial, un lugar unico donde no era molestado y solo el sabia de su existencia, dicho lugar en aquella fabrica le traía tranquilidad, fue ahí donde decidió dejar aquella muñeca que ahora sería su amiga, aun sin responderle.

-¿Sabes? jamás he tenido un amigo, pero tengo una sensación algo extraña pero agradable a tu lado, creó que los humanos le llamaban felicidad, vendre cada día a hablar contigo - Dicho eso Plutón se marchó a su labor.

Al día siguiente...

- !Hola¡, esperemo estes bien, he tenido problemas con mi cuerpo, hace unos días fui a reactivación y revisión de mis funciones motoras y de combate - le explicó Plutón a su amiga, esta permanecia inerte en aquel pequeño espacio donde se encontraba sentada.

- Me dijeron que era deficiente para el combate, pero aun así es mi deber como máquina combatir en la guerra, a veces siento que no vale nada luchar - se sentía derrotado por su deficiencia mecánica.

- ¿Por que seguimos luchando?, hace tiempo que estamos desconectados de la red de nuestros creadores y no sabemos nada de ellos, no le veo sentido a seguir peleando, no me gusta la violencia - tenia una gran resignación y tristeza.  - !Oh mira ya es tarde¡ volveré mañana, sabes me encanta hablar contigo, desearía que pudieras responderme, si tuviera un deseo pediría ese, eres mi mejor amiga -  Se marchó con apuro a volver a sus labores, esperando volver mañana.

Esos sentimientos que sentía Plutón lo hacian sentirse bien, sentir vivo, como si fuese un ser humano, aquellos seres que se decía podían tener miles de sentimientos y pesares, podían amar, podían reir, el empezaba a tener sentimientos....pero todo cambió aquel día.

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Máquina operadora: -Uf, odio organizar estos registros es una locura.Me estoy dejando las latas haciendo horas extras.
Bueno, es todo en cuanto a registros de este lugar. Bien es hora de dirigirse a la sala de servidores - se dijo así mismo con pesadez.

Aquella máquina que atendía la sala de activación se dirigia a la sala de servidores a continuar su labor, pero en su trayecto antes de salir se encontró con su compañero.

Máquina Operadora 2: -Perdimos más de la mitad de nuestras tropas en la batalla gigante del otro dia. ¿Quién iba a decir que Platón 1728 disponía de poderes tan especiales eh?- le expresó con asombró a su compañero quien seguía su camino.

En su trayecto encontró a otras máquinas que se acercaron a el.

Máquina vigilante: - Platón 1728 era un idiota...pero no era un mal tío. Aunque todos se rieran de el, nunca dijo nada malo a nadie.Y aun asi yo... lo siento Platón... - con una expresión de arrepentimiento se expreso aquel robot

¿Qué fue lo que ocurrió con Platón?

Máquina Grosera: -Maldita sea, ¡cuesta creer que se volviera loco y destruyase a todos sus amigos! No es más que una molestia para todo el mundo, deberíamos habernos deshecho de el hace años. ¿Porque siguen fabricando su modelo? - de una manera despota se expresó de nuestro amigo.

La máquina siguió su recorrido llegando al fin a los servidores para continuar su labor.

Máquina Operadora: - A ver, ¿qué toca hoy?... Platón 1728 ¿eh? es al que se le safó un tornillo de la cabeza - terminó pensativo.

Me llamó Platón 1728.
Soy el arma de combate número 1728.
Soy un producto defectuoso y un fracaso total.

Todos se reían de mi.
Nadie quería ser mi amigo. Un día encontré un amiguita en una fábrica abandonada, era una muñeca que había pertenecido a los humanos, no podía hablar pero decidí cuidar de ella.
Iba todos los días a hablar con ella, y cada día la guerra empeoraba, más y más. Al final volaron la fábrica en pedazos. Vi a mi amiga consumida por el fuego y enloquecí, maté a todo el mundo y enemigos. Aún no entiendo que pasó, en cuánto me quede sin energía, mis amigos... Los que solían ser mis amigos me capturaron, me desmontaron, me examinaron y tiearon mi cuerpo. Desde entonces, he contemplado el mundo real desde este espacio de memoria.

Después de que enloqueciera, las máquinas empezaron a tomar a las muñecas, incluso ahora reúnen a las muñecas y las destruyen. Destruyen muñecas todos los días. Y todos los días soy testigo desde este espacio de memoria.

¿Porqué hice lo que hice?
¿Qué perdí en el proceso?
¿Quién ha enloquecido en realidad?

Quedó solo la memoria de nuestro amigo en el servidor...

Historia basada en el DLC "3C3C1D119440927" de Nier Autómata.

Personajes de Square Enix y Platinum Games

Autor: DarkPixel