La carta de Zelda: El destino nos separó... pero el tiempo nos unirá de nuevo
- Por Kainé Shahdee
- 1 comentario
- 1642 visitas
Atención: Texto sin Spoilers del videojuego, texto enfatizado en personalidad de personajes en cuestión con escritura hecha a imaginación del autor.
"La inspiración simplemente transcurre de una visión, una perspectiva que desde inicios es borrosa, pero si la dejas fluir como el viento en mar puede atraerte maravillas hasta en los más mínimos pensares".
Cuando nos volvamos a encontrar
Mirando el cielo nos encontrábamos cuando nos conocimos, pero ahora miro el cielo y siento que me haces falta.
Un día dos niños que eran amigos desde la infancia, siempre se encontraban juntos, les gustaba jugar a las orillas del mar.
Cuando él tenía 8 y ella 7 años, los padres de él tenían que hacer un viaje en barco. Al momento de despedirse, ella lo abrazo y lloro en su hombro, él la abrazo lo que más pudo, pero después los padres lo llamaron y le agarraron de la mano para subirlo al barco.
Él deseaba decirle a ella que la quería y que no la olvidaría jamás, aunque, no logró hacerlo ya que era demasiado tarde, él niño necesitaba voltear a verla, para correr y abrazarla, simplemente, solo decidió no voltear la mirada hacia atrás donde por un estruendoso sentimiento de dolor una lágrima se deslizaba por su joven mejilla, pasaron días desde aquella despedida tan dolorosa para aquel niño.
Los días pasaron, él se encontraba recostado dentro de una barca de evacuación mirando al cielo recordando la sonrisa de ella, sin embargo, de repente en un corto instante el barco colisionó con un cinturón de rocas con agresivas formas provocando el hundimiento de dicho navío, en ese instante, el indefenso niño intentando sobrevivir sacando una barca de salvavidas, desde lo lejos llegó su padre ayudándole a soltar la barca mientras el tiempo en contra apremiaba la ocasión con el rápido hundimiento, una vez que él niño se encontraba a salvo a bordo del bote salvavidas, el padre con seriedad y lágrimas en sus ojos conociendo su difícil destino le dijo:
Cita- Hijo mío, no te dejes vencer aquí, sal adelante y lucha por lo que quieres… permite que el viento te guíe y ve con lo que amas... Yo no podré salir de aquí... porque... llevo una gran herida en mi pierna izquierda, he perdido mucha sangre... no podré cumplir mi promesa de estar siempre contigo hijo, te adoro, vive por mí, por tu madre y principalmente vive por ti, te amo hijo mío. -
Aquel desconsolado padre con lágrimas cayendo por su rostro procura de dar un último abrazo a su pequeño hijo y con sus últimas fuerzas empuja la barca para que su hijo se encuentre fuera de peligro, viendo cómo se aleja poco a poco le brinda su última sonrisa, el barco se logra hundir por completo llevándoselo consigo, mientras tanto el joven niño en shock por lo ocurrido queda pensativo, lágrimas desde sus azules cristales caen por la muerte de sus padres diciendo:
Cita-Padre no quiero... no quiero... dejarte ir, ni a ti ni a mi madre, me costará mucho... pero... tendré que ser fuerte, viviré por ti y por mi madre, te lo prometo. - (solloza observando la dolorosa destrucción a lo lejos)
Si bien el bote salvavidas se encontraba repleto en despensa alimenticia para unas cuantas semanas, pasaron día tras día, semanas tras semanas, él se encontraba sin energías para poder avanzar y salir del mar, a pocos metros de tierra firme, a voluntad de las olas el barco es arrastrado a las orillas del mar después de un largo y agotador naufragio, él intenta bajar del barco, caminando a unos escasos pasos del mar y cae inconsciente.
En un momento, luego de unas horas, una señora quien preparaba su barca para ir a pescar lo encuentra junto al bote encallado, sin dudarlo se apresura para ayudarlo mientras lo carga va de camino a su casa para cubrirlo del frio y darle cuidados, encariñándose con el recordando la pérdida de su difunto hijo lo cría por 8 años más como si fuera el suyo.
Con el pasar del tiempo aquel niño cumpliendo sus 16 años siendo todo un buen mozo, decide ir a la cercanía del mar recordando aquel día en que la vida le quitó a quienes más amaba, pero también otorgándole una segunda oportunidad, se recuesta debajo de una palmera a ver al cielo y recordar la sonrisa tan preciada de su padre, su madre, su amiga... Diciendo:
Cita- He vivido por ustedes y lo seguiré haciendo por ti papá y mamá, viviré para buscarla porque sé que ella me recuerda y me espera en algún lugar de este basto y efímero mundo. -
De un momento a otro a lo lejos, se oyen unos sollozos, en efecto, por el camino aparece una joven que se sienta a las orillas del mar, con la mirada perdida hacia el horizonte, lágrimas caen dejando marcas en la suave arena en lo que unas breves palabras y dudas salen de sus labios:
Cita- ¿Cuándo será posible que nos veamos de nuevo?, ¿me has olvidado?, ahora que he cumplido 15 años hace 3 días, quiero buscarte... Yace bastante tiempo de nuestra despedida... Hace un año que mi padre ha decidido mudarse a este lugar, no sé si me irás a buscar en nuestro lugar de infancia o donde tus memorias decidan llevarte... Pero recuerda que yo siempre te estaré esperando, antes de que te fueras quería decirte que yo jamás te olvidaría, que, aunque hubiera una gran distancia separándonos no podría olvidarte... -
Lágrimas caen descontroladamente. Ella evitando revivir aquella difícil despedida se cubre su rostro con sus manos, sin embargo, su tristeza cae sin detención, llamando la atención de aquel joven quien a corta distancia la observaba, él decide levantarse, entre pasos suaves se acerca para no asustarla y comienza a hablar con tono amigable:
- ¿Oye porque lloras? ¿Te ha sucedido algo malo?, déjame ayudarte. -
Ella exaltada sin voltear tratando de secar su nostalgia solo responde: ¿Por qué quieres ayudarme sin siquiera conocerme?...
Él sentándose a su lado tratando de hacer una charla más tranquila y continua:
-Solo... me haces recordar a una antigua persona de cuando yo era niño... por favor déjame ayudarte. -
Ella prestando atención a las palabras de aquel desconocido le pregunta sonriendo levemente con nostalgia:
- ¿Cómo es que puedo recordarte a alguien si de seguro han de existir varias personas y deidades en el mundo?, y yo que pensaba que el mundo es basto como los cielos...-
Él con total tranquilidad se recuesta en la arena para observar el cielo resplandeciente y responde con toda sinceridad:
-Pues verás... me recordaste a ella por muchos aspectos como tu cabello dorado o tu tono de voz, pero sobre todo por tu leve sonrisa con la mirada perdida, sonrisa que aquella persona comenzó a darme días antes de mi partida... Ella fue una persona que conocí desde hace mucho tiempo con la que viví hermosos momentos, era mi mejor amiga, ella de seguro me olvido porque ya han transcurrido 8 años desde que no nos vemos por un viaje de mis padres ya fallecidos en la actualidad... Aún recuerdo aquella sonrisa ... Y su rostro antes de irme...
Ella escucha en total silencio con su atención capturada por las palabras del chico contesta:
-Pero... Me imagino que algún día se podrán ver... -
Él animado por las breves palabras de la muchacha, con su corazón abraza su nostalgia y con una sonrisa en su rostro le responde:
-Si algún día... Estoy seguro de ello. Y... aún no me dices por qué llorabas...-
Ella levanta su mirada hacia el mar, con los fugases recuerdos que regresan una y otra vez en su mente:
-A mí me sucedió algo parecido a lo que me cuentas... Hace años yo tenía 7 años y él tenía 8 años, los dos éramos muy buenos amigos, nos gustaba jugar en la orilla del mar, mirar el cielo estando juntos y sonreírnos mutuamente porque en aquel momento nos preguntábamos que se sentiría volar... Aunque un día él tuvo que viajar en barco con sus padres por trabajo a otro país, yo lo abrasé lo que más pude, pero su padre lo agarro de la mano y se lo llevó, pues el barco ya tenía que tomar su curso y tenían que arribar...
Yo en aquel momento intente seguirlo hasta el barco, pero era tarde, no lo había alcanzado pues yo le quería decir que aun así estuviese lejos de mí siempre seriamos amigos y que a pesar de que pasará el tiempo no lo olvidaría... Cuando el barco se alejaba del puerto perdiéndose en el horizonte en aquella puesta de sol... Yo grité su nombre con todas mis fuerzas mientras la distancia se hacía más notable, pero él en el balcón no volteó a mirarme... Hasta ahora no sé en qué lugar estará, solo deseo estar junto a él, no sé si me habrá olvidado... Pero como dice el viento... Solo el tiempo dará respuestas -
Aquel joven que en su pensamiento recuerda todo lo que vivió tratando de asimilar lo que le aconteció con las palabras de ella y efectivamente encuentra que los momentos eran exactos, correspondientes uno con el otro, él sin dudarlo reafirma su seguridad, permitiendo que aquel impuso de su corazón emerja, se levanta velozmente de las arenas, se acerca rompiendo aquella minúscula barrera de desconocidos y la abraza respondiendo:
-Tranquila... Sé cómo te sientes, él no te ha olvidado, sigue pensando en ti -
Ella atónita lo mira con sorpresa y le dice:
- ¿Cómo... lo sabes y estas tan seguro de ello?... -
Una lágrima cae del rostro del joven, poniéndose de pie se voltea diciendo:
-Jamás te olvidara... Han transcurrido 8 años y por fin te he encontrado-
Ella preocupada estira su brazo y le alcanza a agarrar la mano:
-Espera, ¿porque te vas tan rápido, que sucede?... -
Él manteniendo el silencio sin voltear manteniendo sus ojos cerrados recordando aquella sensación cuando no quiso voltear hace 8 años, calma su mente y responde en voz baja:
-Tanto tiempo ha pasado.... Por fin te he vuelto a ver-
Ella sin alcanzar a oír su voz con inquietud y algo molesta se levanta desanimada:
- ¿Porque... no te volteas?... ¿Acaso te estás burlando? Pensé que podía confiar en ti...-
Él con total serenidad se voltea lentamente dirigiendo su mirada a ella, tranquilo con lágrimas en sus ojos responde:
- Cómo deseas verme si no me recuerdas, si no me reconoces, como deseas verme si prometí estar siempre junto a ti y no lo cumplí…-
Aquella joven sorprendida y sin respuestas manteniendo su duda pregunta esperanzada:
-No entiendo del todo a que te refieres, recuerdo una promesa similar, pero... ¿Cómo... puedes saberlo si tu... No, espera... por favor se más claro, no puede ser que...-
Él solo baja su mirada, respira profundo manteniendo su emoción y reservando su tristeza reafirma su veracidad:
-Cuando tenía 6 años estaba jugando con mis amigos en la orilla de la playa cerca de la gran bahía cuando te encontré sollozando, eso me preocupo, dejé de jugar con mis amigos y como hoy me acerqué a ti preguntándote: [¿Por qué lloras?, ¿qué te pasa?]
Me habías respondido que la enfermedad sin cura alcanzó a tu madre cubriéndola con el velo de la muerte y que no podrías dejarla ir... Yo solo te di la mano para que te levantaras y te abrase diciendo: [Por favor no llores, no me gusta ver a las niñas llorar, seamos amigos, te prometo que siempre estaré contigo], tú levantaste la mirada, me abrazaste y me sonreíste...
…Cuando mis padres me llevaron al barco y te pusiste a gritar mi nombre yo no quería voltear para verte, pues mi padre siempre me dijo que las despedidas son dolorosas y como lo son, debo aprender a afrontarlas, aunque nuestra despedida jamás la pude afrontar por completo ya que te sigo recordando y todos los momentos que pasamos, te seguía buscando, pero al fin lo he logrado... Te he encontrado...ahora ¿sabes quién soy? ...-
Ella sin respuesta en el momento, la sorpresa, la emoción, el recuerdo, el cariño y la nostalgia crean un torbellino de emociones en su corazón, todavía perpleja por la situación, sorprendida por lo que acababa de escuchar, el reencuentro se hace evidente, los mismos impulsos de cercanía toman posesión de ella, en escasos segundos solo lo abraza diciendo:
-Por...por fin... Estoy junto a ti de nuevo, no me dejes sola nunca más, el destino nos separó...
-Él con total calma y felicidad por volverla a ver la abraza fuertemente completando la oración:
-Y el tiempo nos unió de nuevo…-
Desde aquel encuentro él y yo no nos hemos vuelto a separar de nuevo, ha pasado mucho tiempo desde aquella vez y nuestros hijos viven felices, ya siendo adultos... Ah mi querida Diosa Hylia... tan grande fue la promesa que hicimos los dos que el destino nos había separado y el tiempo nos ha vuelto a unir, aunque ahora los dos estamos al borde de ser cubiertos por el velo de la muerte como una vez ocurrió con nuestros antecesores, en el hoy, lo más importante es que estaremos juntos de nuevo más allá de la muerte...
Se despide atentamente. Zelda.
- 1
- 1
- 1
Comentarios recomendados
Registra una cuenta o conéctate para comentar
Debes ser un miembro de la comunidad para dejar un comentario
Crear una cuenta
Regístrate en nuestra comunidad. ¡Es fácil!
Registrar una cuenta nuevaIniciar Sesión
¿Ya tienes cuenta? Conéctate aquí.
Iniciar Sesión